La Directora de Trabajo Social y del Núcleo de Investigación de Sistemas Sociales y Complejidad Sociocultural de la Universidad de Chile desafía a Colunga a promover soluciones livianas en innovación social y reflexiona sobre la importancia del trabajo articulado multisectorial para hacer frente a problemáticas sociales.
¿Cómo parte tu vínculo con Colunga?
Comenzamos a conversar para armar una innovación para Colunga. O sea, no sólo que Colunga innovase, sino que Colunga se innovase. Y por lo tanto hicimos un plan para que los equipos dialogaran, conversaran y reflexionaran sobre qué han hecho en Colunga y hacia dónde van. De ahí emergieron cuatro grandes ejes en los cuales Colunga se reconoce: la inclusión, la innovación, la interconexión y la capacidad de incidencia. Lo que llamamos las cuatro “I” de Colunga.
¿Cómo explicarías Colunga a alguien que no la conoce?
En Colunga se ha desarrollado ese poder de conexión de redes. Un lugar donde poder encontrarse, donde las reglas y los proyectos se construyen en conjunto. Y donde se tenga la confianza de trabajar con gente de otros territorios: universidades, organizaciones civiles, academia, gobierno, sea el gobierno que sea. Colunga impulsa proyectos pero también puede ser la depositaria de redes de network de buenas y nuevas ideas.
¿De qué se trata el proyecto que estás desarrollando en protección de infancia con Colunga?
En políticas de infancia tenemos una brecha entre lo que espera la ciudadanía de los sistemas de protección de infancia, y lo que hoy día pasa con esos niños y esas familias. Y evidentemente ha faltado un tipo de respuesta oportuna. Desde el proyecto creemos que si queremos servir a los niños y a las familias debemos poner foco en los sistemas de atención de infancia, públicos y privados, y encontrar entre todos un mecanismo de alerta. Tenemos que anticipar porque si no llegamos muy tarde.
Vamos a trabajar con el SENAME, con Chile Crece Contigo, pero también, con doce programas de distintas fundaciones que ya han hecho innovaciones. Varias de ellas son organizaciones que ya han trabajado con Colunga: Proyecto B, Catim, Fútbol Más, Infancia Primero y Crecer con Todos.
Queremos poner lo mejor de la experiencia de las fundaciones, con lo mejor de los intentos del gobierno, con lo que ha pensado la academia, para transformar esto en un prototipo digital liviano. Hacer un tipo de plataforma donde alguien pueda decir lo que está fallando, y nosotros podamos ver cómo se corrige.
Con este proyecto financiado por Fondef queremos, en los primeros dos años, llamar a todos estos actores, encontrar soluciones, proponer un estatuto, una lógica y un sistema digital inteligente de anticipación. Aquí Colunga tiene un rol muy importante. Una de las grandes virtudes de Colunga es que es una fundación a la cual las personas, las instituciones, la academia y los distintos gobiernos, tienen confianza, y eso es un tremendo valor.
Si tuvieras que definir una característica que tiene Colunga ¿Sería eso, la confianza?
Colunga tiene que guardar su espíritu de generar soluciones livianas. En este sentido, todos sus procesos tienen que ser llevados a cabo de buena manera, de manera efectiva, donde las cosas que Colunga se ponga detrás, realmente se hagan.
¿Cómo la sociedad civil puede aprender a sistematizar su trabajo?
Nunca solos. Yo soy una de las mayores enemigas de la sistematización de la práctica porque a mí me parece que una cosa es descubrir el conocimiento y la otra es cómo integrarlo. La sociedad civil no lo va a lograr sola, y la academia tampoco. El desarrollo de la expertise de las universidades queda completamente encapsulado si no responde a las preguntas más latentes de las fundaciones y la sociedad civil.
Lo que dices desafía a las organizaciones de la sociedad civil a dar buenas respuestas, a no ser livianitos con los datos.
Por supuesto. Pero por otro lado, desde la academia se han generado varias plataformas que son plataformas vacías. Yo trabajo en investigación hace 25 años, pero nunca había ganado el primer lugar en Fondef. Eso sólo es posible porque trabajamos en conjunto. Entonces, es la conjunción que te da la virtud, y yo creo que esa es una lección y un sistema, un ecosistema de aprendizaje, de interconexión que Colunga lo da.