En un encuentro junto al Director de la Especialización en Migración y Asilo desde una perspectiva de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Lanús, Pablo Ceriani, se reunieron diversos representantes de organizaciones de la sociedad civil, que trabajan en temáticas relacionadas a la infancia migrante.
Rescatamos las reflexiones de algunos de estos participantes, respecto a los desafíos actuales que tiene el país en materia de infancia y migración:
José Tomás Vicuña, Director Nacional del Servicio Jesuita a Migrantes:
“Es importante no quedarnos en las fronteras para analizar la situación de la infancia, sino que también verlo en la ciudad, mucho más allá de la escuela. En general, los niños son sujetos de caridad más que de derechos. El desafío es cómo ir pasando de ese sujeto de caridad a un sujeto de derechos. La infancia en Chile está invisibilizada. Debemos alcanzar algo que se llama la espiritualidad del bambú, porque los bambús son firmes pero flexibles. La ley debería ser firme pero flexible porque la realidad migratoria es dinámica”.
Delfina Lawson, Oficial de Protección en ACNUR para el Sur de América Latina:
“Relevar el valor del litigio estratégico. Si hay algo que fue dando resultado durante los últimos años fue el rol de la Corte Suprema y de la Corte de Apelaciones, en una batería de acceso a derechos de las personas migrantes. Desde la nacionalidad, con el proyecto de Chile Reconoce, hasta frenar las expulsiones cuando hay niños involucrados. Las cortes son los que traen a la luz el interés superior del niño. Creo que es algo que hay que seguir explorando durante los próximos años, fundamentalmente con relación a la separación de las familias”.
Nicolás Espejo, Abogado y Asesor en Derechos Humanos del Secretariado General de Naciones Unidas:
“Está el litigio estratégico que hacen las clínicas, pero también está la contraparte del Poder Judicial, que puede protocolizar la manera en la que el sistema responde frente a los casos. Yo creo que los jueces están bastante perdidos en materia proteccional, los consejeros técnicos no entienden qué significa pertinencia intercultural en el tratamiento de una medida de protección”.
Catalina Droppelmann, Directora Ejecutiva del Centro de Estudios Justicia y Sociedad de la Universidad Católica:
“Uno de los mayores desafíos y a lo que estamos apostando es a la generación de información y de datos, para derribar ciertos prejuicios clave que hay, en términos de racismo y creencias más bien folclóricas respecto de lo que significa ser un niño migrante. Creemos que, la generación de datos, a través del estudio que estamos haciendo en conjunto con Colunga, nos va a permitir poner sobre la mesa datos duros para tener criterios de realidad, contra los cuales contrastar las reales barreras que existen en la infancia migrante, respecto del acceso a mecanismos de protección social”.