En el estudio Inversión social e impacto: Casos y tendencias en América Latina se analizaron a siete países de la región y solo dos casos en Chile, uno de estos fue el de Colunga como articuladora de una red de colaboración con múltiples actores.
Para este informe, se analizaron 120 casos de los cuales, seleccionaron 37 para documentar. Entre estos, destacan dos casos chilenos, Fundación Colunga y FIS Ameris, que forman parte de lo que representa el primer acercamiento al ecosistema de inversión por impacto de América Latina.
Fue elaborado por Latimpacto, la Red Latinoamericana de Filantropía Estratégica e Inversión Social. Esta se creó en febrero del año pasado con el objetivo de integrar distintos actores de la filantropía de todos los países de la región, desde México y el Caribe hasta la Patagonia y para conectar inversionistas sociales de Europa y Asia, siguiendo el modelo de la European Venture Philanthropy Association (EVPA) y la Asian Venture Philanthropy Network (AVPN).
De los casos, el 60% son liderados por organizaciones sin ánimo de lucro. En este segmento, señalan que “también las fundaciones Corona y Santo Domingo en Colombia y Colunga en Chile han sido pioneras, junto con otras organizaciones aliadas en sus países, en el impulso de pagos por resultados”.
“La inversión por impacto no reemplaza otros modelos de inversión social como la filantropía, la responsabilidad social empresarial o la inversión de impacto. No obstante, es un eslabón importante dentro del continuo de capital que permite experimentar con nuevos modelos, validar soluciones sociales y ambientales, y movilizar capital catalítico” detalla el estudio.
En esta línea, Arturo Celedón, director ejecutivo de Colunga y uno de los/as entrevistados/as para este estudio, menciona que “si dejamos al mercado la generación de las soluciones estas no van a llegar. Con la lógica de capital paciente apuntamos a que las organizaciones tengan esquemas de financiación diversificada”.
Este sondeo, primero por su naturaleza y alcance regional, recoge aprendizajes y desafíos. En este segmento, destacan que “Fundación Colunga ha entendido que su estructura organizacional e institucional debe permitir la agilidad y adaptabilidad que le permita innovar y atender las necesidades particulares de las organizaciones que apoya”.
Además, también resaltan el impacto directo alcanzado entre 2017 y 2019 por las organizaciones apoyadas por Colunga, lo que se refleja en resultados como que de los 18 proyectos que se disponen datos, 10 mejoraron su efectividad interna (medida de capacidad organizacional utilizada por Colunga).
Mientras que “13 de los proyectos son identificados con alto potencial de crecimiento (5 en etapa de crecimiento, 8 en etapa temprana). Todos ellos han logrado mejorar sus modelos de trabajo con población vulnerable y ganar otros fondos de inversión de impacto o filantropía estratégica” detalla el estudio.
Para saber más sobre el estudio que consideró a Colunga, puedes hacer click aquí o ver este extracto de la entrevista a Arturo Celedón.