El economista y Director Científico de la oficina para América Latina de J-PAL, se refiere a la apuesta de Colunga en innovación y al aporte que permitió impulsar la puesta en marcha de la organización en Chile y promover la investigación de frontera en la región.
¿Cuál es el vínculo de J-Pal con Colunga?
J-PAL es un centro de investigación a nivel mundial que tiene oficinas regionales. La oficina regional para América Latina y El Caribe partió en el año 2009 y está establecida en la Universidad Católica. El vínculo es que J-PAL recibió apoyo en una apuesta que hizo la familia Cueto y posteriormente Fundación Colunga, una apuesta súper interesante y que casi nadie ha hecho en Chile, y es el apoyo a la generación de nuevo conocimiento. Esta apuesta fue bien innovadora, el promover a un grupo de personas que están haciendo investigación de frontera.
¿Qué es investigación de frontera?
J-PAL es una red de 160 profesores de universidades de todo el mundo y lo que hacemos desde las universidades es generar nuevo conocimiento, o sea, mover la frontera de conocimiento en temas de pobreza o de desarrollo económico, educación, salud, gobernanza, medioambiente.
Colunga entonces ha hecho una apuesta por la generación de conocimiento, ¿qué ha salido de ahí?
Hay varias líneas que se han ido generando a partir de la apuesta inicial y en el camino de la sustentabilidad de J-PAL. En términos de evaluaciones de impacto hemos hecho 130 evaluaciones en la región, desde México hasta el sur de Chile.
En educación el desafío en política pública es que en muchos países de la región tienes mucha gente que está terminando la educación secundaria, que va a ir a la educación superior, pero el problema es que un porcentaje muy grande de niños y niñas deciden sin saber nada. Lo que nosotros hemos hecho en Chile, en República Dominicana, y ahora en Colombia, son intervenciones donde a los niños en educación secundaria le empiezas a mostrar las oportunidades, cuál es el salario promedio, cuál es la tasa de empleabilidad promedio, financiamiento, becas, qué necesitas para estudiar.
Colunga tiene una línea de financiamiento, también está el fortalecimiento de las organizaciones, ¿cuál es tu visión sobre su proyección?
Me llama mucho la atención la cantidad de innovaciones brillantes que hay en la sociedad civil. Eso lo he visto en América Solidaria, por ejemplo; gente muy pobre se organiza y tiene un centro abierto donde atiende a niños con discapacidad o escuelas de padres con niños con discapacidades múltiples. Entonces, los emprendedores y las emprendedoras sociales que llegan a Colunga son los mejores. En el sentido de que han sido capaces de armar algo, de hacerlo sostenible. Tienes innovación e ideas muy buenas.
Y por otra parte es entender que si yo quiero lograr mi objetivo, tengo que medir el impacto que tengo, por razones éticas y además, si no hago eso, nadie me va a poner ni un peso. Creo que en algo que ayuda J-PAL, es que uno aquí no se está enamorado del cómo, sino del qué y de las personas en particular. Esto no es para revisar estadística y publicar papers, esto es porque sino a la gente no le cambia la vida.
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