Francisca Justiniano es la directora ejecutiva de Fundación Guadalupe Acoge. Asumió el cargo a fines de 2019 y unos meses después recibieron a los tres primeros niños en la residencia de la fundación en la comuna de Santiago. En su misión por devolverle a los niños el derecho de vivir en familia, esperan abrir dos nuevas residencias a 2024. Este es uno de los proyectos ganadores del Fondo Transforma 2022 de Fundación Colunga con el proyecto “Diseño de Estrategia de Transferencia Modelo Residencial”.
¿Qué te llamó la atención del Fondo Transforma?
Al tiro me gustó la idea de sumarme a ser parte de la transformación de las residencias en Chile, con la deuda histórica que hay con el Sename, que ahora es Mejor Niñez, y pensar cómo poder hacer un modelo innovador, colaborativo y, principalmente, de excelencia, que trabaje con las familias en devolverle el derecho a los niños de vivir en familia.
¿Cuál es la visión que persiguen como equipo?
Lo que nosotros soñamos es que todos los niños que pasen por Guadalupe Acoge, vuelvan a vivir en familia y que eso sea sostenible en el tiempo. Por eso trabajamos con niños de 3 a 6 años, porque es un momento en el que se puede dar una nueva dirección. Cuando uno mira las residencias de adolescentes, más del 70% ha estado en residencias cuando chicos o llevan largas estadías. Lo que nosotros queremos es romper con eso.
¿Y cómo se logra ese sueño?
Bueno, para eso usamos un modelo en el que trabajamos 100% la vinculación familiar. Nosotros vemos que el gran error, es que la conversación siempre ha estado enfocada en que si los niños tienen que estar en una residencia o en una familia de acogida, o cómo los estamos cuidando mientras están ahí, pero la verdadera necesidad que hay, es poder tener un trabajo real con la familia que logre una vinculación que sea sólida en el tiempo y que podamos entregar y facilitar las condiciones de parentalidad, ya sea en la familia de origen o en una familia externa.
Nuestra diferencia, es que nosotros al trabajar con las familias, las reconocemos como los responsables primeros de los niños y les entregamos diferentes herramientas, a través de talleres familiares, para involucrarse en la rutina diaria de cuidado, modelando hábitos, en cosas como: darle la comida al niño, bañarlo, salir a la plaza, poder mediar conflictos, contener al niño cuando tiene pena o algún momento un poco más difícil. Eso lo logramos con la educadora significativa que está siempre con el niño y que después apoya la vinculación familiar.
Eso significa capacitar mejor a las familias para crear sus vínculos…
Nosotros apoyamos las condiciones parentales, porque entendemos que criar y formar, pasa en un contexto, dónde influye las redes que tiene la familia, dónde habita la familia, quiénes son los que componen esa familia, cuáles son las realidades laborales, sociales, etc. Entonces cómo podemos facilitar y apoyar en que tengan las condiciones necesarias. Nosotros no creemos que una familia tenga que tener un “checklist” de competencias, lo que nosotros entendemos es que tiene que existir un buen contexto que ayude a desarrollar esas competencias.
¿Qué buscan lograr con el Fondo Transforma?
El Fondo Transforma nos va a permitir, principalmente, dar un salto muy grande en la cantidad de niños y familias a los que vamos a poder llegar, porque nosotros lo que soñamos es que todos los niños tengan derecho a vivir en familia. Concretamente, queremos abrir dos residencias más en el mediano plazo en la Región Metropolitana, una en 2023 y una en 2024, y diseñar un modelo para transferir estos conocimientos a otras instituciones, principalmente nuestra forma de trabajar con las familias.