“Ver que hay tantas personas comprometidas en ColungaHUB con el cambio social es muy importante”
¿Cómo llegaste a la sociedad civil?
Partí trabajando en La Protectora de la Infancia como voluntaria. Iba los días sábados a fomentar la resiliencia ahí, cuando estaba terminando la universidad y finalmente me contrataron. No quería esperar a estar titulada de Psicología para hacer un aporte. Estuve trabajando en La Protectora de la Infancia desde el 2002 al 2007. Ahí vi de cerca la vulnerabilidad, los niños en residencias. Después de más de 10 años sigo trabajando en el área de cuidados alternativos. Luego trabajé alrededor de 6 años con María Angélica Kotliarenco, al alero de Ceanim (Centro de Estudios y Atención del Niño y la Mujer). Ella es la que nos motivó y nos dijo que ya podríamos volar con alas propias, y ahí creamos Ideas para la Infancia, en el año 2013.
¿Cómo ha sido el camino de Ideas Para la Infancia?
La mayoría de las ONG’s surgen con la pasión y el espíritu de los fundadores y evidentemente lo que siempre fue una piedra de tope fue el tema de los recursos económicos. En el equipo somos muy técnicos, tenemos mucho conocimiento, mucha experiencia, pero muy poco manejo en la búsqueda de recursos y el tema administrativo.
Cuando ganamos el año 2015 el 1,2,3 x Todos, la convocatoria del Fondo Innovadores de Colunga, el apoyo incluía ayuda en la gestión; no solamente era un apoyo económico, sino que también era un acompañamiento en la gestión de los proyectos. Entonces, ahí tuvimos la oportunidad de ir a un montón de cursos con Simón de Cirene, de tener mentorías para mejorar el funcionamiento de Ideas Para la Infancia, que precisamente estaba recién partiendo. Ahí entendimos que si queríamos tener un gran impacto también teníamos que funcionar bien internamente. Ese apoyo de Colunga nos permitió continuar con nuestro proyecto “Odisea: reunificación familiar” y hoy estamos trabajando con 7 organizaciones en 3 regiones del país.
Familia del proyecto Odisea
¿Cuáles son los desafíos para este año 2018?
Continuar con el proyecto “Odisea: reunificación familiar”, y tener datos estadísticos que nos permita fundamentar cuantitativamente los logros y la efectividad que tiene el proyecto. Seguiremos trabajando con Gendarmería de Chile donde estamos trabajando con madres gestantes y madres con sus hijos lactantes, y donde también estamos en un acompañamiento técnico a los equipos que trabajan a nivel nacional en este proyecto.
Estamos trabajando también en Evaluación Infantil de Parentalidad, algo absolutamente nuevo en Chile, que es la incorporación de la visión de los niños dentro de todo el proceso de evaluación de competencias parentales. Creemos que ellos son los principales protagonistas en las situaciones de vulneración de derechos, por lo tanto, a nosotros nos parece fundamental que se considere su opinión. Estos años hemos visto que todo está centrado en los adultos, en la visión de los padres, de los profesionales, pero no hay una forma de incorporar de manera sistemática a los niños en este proceso de evaluación. Estamos diseñando una entrevista y una escala cuantitativa de este Sistema de Evaluación Infantil de la Parentalidad, para saber la opinión de niños entre 6 y 18 años.
¿Cómo ha sido la experiencia en ColungaHUB?
Nosotros llegamos en el año 2015 y sentimos que hemos crecido con el edificio. Ha sido una oportunidad de ir compartiendo con distintas organizaciones que te aportan a la visión que tienes de la infancia, de la familia, de cómo se puede hacer un cambio cultural y sistémico. Hemos ido creciendo a la par del HUB, donde han ido apareciendo más caras y nuevas organizaciones, lo que agrega dinamismo a esto. Ver que hay tantas personas comprometidas en ColungaHUB con el cambio social es muy importante. Desde que llegamos hemos trabajado con Pro Bono y cada vez nos hemos relacionado más con las organizaciones vecinas que están en el cowork del piso 2.