“Queremos botar el prejuicio de pensar que la tecnología es un área más masculina”
Acercar la tecnología a niñas entre los 10 y 18 años, es la misión de Fundación Technovation. Desde noviembre de 2018 son miembros de ColungaHUB y conversamos con Constanza Díaz, su Directora Ejecutiva, sobre sus desafíos.
¿Cómo llegaste a la sociedad civil?
Es algo que de alguna manera ha estado siempre presente en mi vida. Llegué a trabajar a la sociedad civil al regreso del exilio en el año 1985, en distintas actividades y diversos temas. Con el paso del tiempo, llegué a Girls in Tech y luego a Mujeres en Conexión. Hace 5 años, me encontré con Technovation, que es una fundación norteamericana, y a partir de ahí se inicia esta nueva relación con la sociedad civil.
¿En qué está trabajando la organización?
Technovation tiene como objetivo particular enseñar a niñas de 10 a 18 años a programar aplicaciones de celular que resuelvan problemas en sus comunidades. Esto tiene tres pilares fundamentales que es la programación, el modelo de negocio y la conexión que tiene con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).
A nivel local, nuestro foco está en consolidar la labor que hemos desarrollado en varios colegios, aportando fuertemente en la transformación de las clases de Tecnología. Hemos hecho un trabajo amplio y bien concienzudo en homologar el currículum de Technovation a los objetivos de aprendizaje del currículum chileno para las clases de Tecnología.
En ese sentido, este año estamos interviniendo en 5 colegios y en varios niveles, y también estamos abriendo espacios públicos para que niñas de cualquier colegio o estrato socioeconómico pueda participar de Technovation. Esto en colaboración con la Biblioteca de Santiago; con HUB Providencia, de la mano de Departamento de Innovación de esa comuna en Infante 1415; y la Universidad Federico Santa María, donde se va a partir con un taller abierto de Technovation.
Además, este año estamos lanzando nuestro primer crowdfunding. Con este proyecto queremos lograr financiamiento para trabajar en el Colegio Francisco Arriarán, que tiene alrededor de 1100 niñas, y queremos llevar nuestro programa a todos sus niveles.
Foto: Intervención Technovation.
¿Cuál es su mayor desafío como organización?
Yo creo que hay varios. Uno es, quizás, hacer más cosas, pero creo que el desafío está en encauzarnos en lo que hacemos, que es enseñar a programar aplicaciones de celular, redes sociales o juegos, y que es un norte mucho más claro para nosotros. Siempre está el desafío de llegar a más gente, de llegar a más niñas. Queremos botar el prejuicio de pensar que la tecnología es un área más masculina. Derrotar esa mirada es un gran desafío.
¿Cómo ha sido la experiencia que han tenido en el ColungaHUB?
Lo primero que podemos destacar de Colunga es la calidez. Siempre todo el mundo está abierto a escuchar, apoyar y contener cualquier iniciativa que uno tenga. De forma muy natural, la gente se suma a las ideas que uno plantea. Es así como participamos del FiiS con otras tres fundaciones en temas de lenguaje inclusivo, por ejemplo.
También rescatamos todos los encuentros que tienen que ver con vinculación, con generar lazos. Hemos hecho actividades que han sido abiertas para invitar a toda la comunidad, y la gente participa, se involucra. Hemos podido tener distintas reuniones con fundaciones que están trabajando temas de educación e infancia y a las que no hubiéramos podido acceder tan fácilmente si no estuviéramos trabajando en este lugar.
¿Cuáles son los resultados que ustedes esperan lograr trabajando en ColungaHUB?
Principalmente, seguir absorbiendo y aprendiendo de las otras fundaciones. Fortalecer mucho más el trabajo que estamos haciendo desde la interna hacia la profesionalización de la ONG. Esos son nuestros objetivos principales para este año. Y también ir de la mano con otras fundaciones en proyectos en conjunto, en los que se topan temas centrales de lo que nosotros hacemos y de lo que ellos hacen.