“El sistema de salud mental debe adecuarse a las situaciones de alto impacto social”

3 de Febrero, 2023
Comunicaciones Fundación Colunga

La semana del 9 al 13 de enero lanzamos “Desafíos en Niñez”, una serie de estudios que abordan temas críticos para el bienestar de niñas, niños y adolescentes en Chile. El tercer capítulo, dedicado a Salud Mental, fue comentado por Matías Irarrázaval y Carlos Ibáñez, poniendo el enfoque en la necesidad de que el sistema de atención en salud mental se adapte a las necesidades más urgentes de la niñez y la adolescencia, unas que muchas veces, están invisibilizadas. 

Cuidados Alternativos, Educación, Salud Mental, Migración y Violencia son las cinco dimensiones que aborda Desafíos en Niñez, una serie de estudios desarrollados por Fundación Colunga y que recopilan los principales y más recientes datos de cada área en Chile. Una pequeña radiografía que recopila datos relevantes y permite hacerse una idea del estado de cada ámbito y cuáles son los nudos críticos que dificultan avances para el bienestar de niñas, niños y adolescentes. 

El miércoles 11 de enero fue el lanzamiento del capítulo de Salud Mental. La exposición fue presentada por Matías Irarrázaval, Medico psiquiatra, ex jefe del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud, junto a Carlos Ibáñez. Jefe de la unidad de adicciones de la Clínica Psiquiátrica Universitaria y asesor del Servicio Nacional para la prevención y rehabilitación del consumo drogas y alcohol (SENDA).

En sus presentaciones priorizaron como focos de acción la ampliación de las capacidades del sistema de atención, su adecuación a las necesidades de la niñez y la atención de situaciones de alto impacto social, como son el suicidio y el consumo problemático de alcohol y drogas. 

Aquí, algunas ideas claves que se compartieron en el encuentro: 

Para ello es esencial:

  • Tenemos que avanzar presupuestariamente en todos los frentes para obtener resultados satisfactorios. El sistema de salud mental está subdotado en todos los niveles. 20% de la carga de enfermedades que atiende el sistema de salud tiene su origen en problemas de salud mental, pero a este problema se le destina solo 2% de los recursos. Un desafío concreto para el sistema es que se fortalezca el presupuesto público con foco en cerrar brechas y que los seguros privados igualen la cobertura para salud mental con otras prestaciones. 
  • Hay que tomar la oportunidad de implementar el Plan Nacional de Salud Mental con foco en niñez. Esta es una buena hoja de ruta, pero está desatendida y sin prioridad política ni de financiamiento. Hasta ahora está enfocado en adultos, pero puede ser visto con perspectiva sensible a la niñez. 
  • Podemos ampliar los servicios de salud mental: no necesariamente atención en hospitales, sino que en servicios propios de la comunidad. Apoyo comunitario puede  apoyar la desinstitucionalización de un paciente NNA que ha pasado por una crisis de salud mental.
  • Incorporar perspectiva de salud mental en contexto de emergencia: el cambio climático gatillará que las crisis sean cada vez más frecuentes (se pronostica un evento catastrófico cada 4 meses, por lo que la capacidad de respuesta en  emergencia debe ser una prioridad permanente).
  • Sostener una política pública preventiva basada en factores protectores dirigida a niños y niñas y a los adultos cuidadores. Mientras más afectados están los adultos a nivel de salud mental, más impacto reciben niños, niñas y adolescentes. 
  • Aumentar la cobertura de atención en salud mental de niñas, niños y adolescentes y que esta sea especializada. La política pública de salud mental no está diseñada para responder a las necesidades de la población infanto juvenil. Dentro del desacople generalizado de oferta y demanda, hay un déficit crítico de:
    • centros de salud mental comunitarios
    • números de camas infanto-adolescentes 
    • hospitales de día para infanto-adolescentes y hogares protegidos
  • Instalar un historial de salud mental de todas las niñas, niños y adolescentes bajo protección del Estado. Este historial se pierde y eso genera que no se puedan manejar las trayectorias de manera continua. 
  • Hacer un proceso de desinstitucionalización exitoso. Para ello, se debe
    a) Tener un proceso paulatino y bien planificado con apoyo a las familias o cuidadores
    b) Generar dispositivos intermedios que hagan sostenible el proceso a mediano y largo plazo
  • Considerar la prevención del suicidio como prioridad de política pública, por la alta prevalencia, su impacto en vidas individuales y su efecto en el sistema (familia y redes). Es necesario focalizar en poblaciones de alto riesgo como LGBTQ+ y niñas, niños y adolescentes en el sistema de protección especializado. 
  • Visibilizar que el consumo de drogas y otras sustancias es una pandemia que atraviesa transversalmente la sociedad. Chile lidera el consumo de marihuana, cocaína y pasta base en Latinoamérica. Es urgente implementar medidas para disminuir el consumo problemático de sustancias (alcohol provoca 50% de las muertes de hombres entre 15-29 años) y ofrecer oportunidades de tratamiento a población menor, especialmente en sus primeros contactos con el consumo. 
  • Sostener todos los obstaculizadores al consumo de sustancias. Esto implica oponerse a la legalización de la marihuana y otras sustancias. Experiencias efectivas con el control de consumo de tabaco pueden pensarse para diseñar políticas efectivas de prevención de consumo de alcohol (controlar la oferta y la demanda)

Encuentra la presentación completa aquí.

 

 

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