El acceso a la ciencia y la tecnología nos puede abrir a un sinfín de posibilidades para transformar nuestro mundo. Descubre las iniciativas científicas que, apoyadas por Fundación Colunga, buscan salir del laboratorio para conectar con diferentes desafíos sociales.
Fotografía proporcionada por Fundación Creando Curiosos
“La ciencia está en todas partes” señala la periodista especializada en ciencia y tecnología, Andrea Obaid, quien además es Vicepresidenta de Fundación Ciencia Joven. “Desde lo más pequeño que usamos, como la pasta de dientes, un celular, un televisor, la electricidad, o nuestra ropa”. Por eso, enfatiza en la importancia de generar conciencia en la población y democratizar su acceso: “Es necesario crear una cultura y una educación científica en Chile, porque finalmente la ciencia, la tecnología y la innovación son las claves para el desarrollo de una sociedad contemporánea basada en el conocimiento”.
Por ello, Fundación Colunga apoya proyectos que han visto en el desarrollo de la educación científica, una oportunidad para encontrar soluciones innovadoras a problemáticas que sufren sectores vulnerables de nuestra sociedad.
Odisea es una de estas ONG’s. Apoyada desde 2017, utilizan la ciencia y la tecnología para promover el desarrollo de capacidades creativas, de observación y pensamiento crítico en niños y niñas que viven en situación de pobreza, con la finalidad de darles herramientas concretas para solucionar sus propios problemas y los de su entorno. Melania Sanhueza, Directora Ejecutiva de la entidad, señala cómo la educación científica logra impactar en sus vidas cotidianas: “En Odisea, creemos que la ciencia y tecnología son claves para la comprensión de los desafíos que trabajamos con los niños y niñas en nuestros programas, utilizándolas para validar las hipótesis que se plantean frente a las problemáticas que ellos mismos evidencian día a día, e incorporando conocimiento en lugar de especular con la información”.
En tanto, Fundación Creando Curiosos encuentra su foco en estimular la curiosidad de los estudiantes en edad preescolar, mediante asesorías y orientación a pedagogos que educan en contextos vulnerables. Para la Directora Ejecutiva de la entidad, Rosario Calderón, es fundamental el desarrollo del pensamiento científico desde la primera infancia para las futuras generaciones: “Potencia habilidades como el interés por aprender, la investigación y la colaboración, lo que les permitirá, en un futuro, realizar proyectos de innovación social con pensamiento crítico y mirada científica, recolectando datos para respaldar los objetivos, midiendo el impacto de los proyectos y haciendo un seguimiento riguroso”.
Bajo un contexto diferente, la comunidad Girls in Tech Chile, apoyada por Colunga desde el año 2016, dedica su trabajo a conectar y visibilizar mujeres que trabajan desarrollando tecnología, con el objetivo de posicionarlas como referentes sociales para inspirar a jóvenes de las siguientes generaciones.
Foto: Girls in Tech – Facebook
Maitetxu Larraechea, Directora Ejecutiva, plantea que el rol de la mujer es esencial en todos los ámbitos de la sociedad. Sin embargo, hay un gran desafío en ciertos espacios: “En ciencias y tecnología es preocupante, ya que el bajo porcentaje de mujeres involucradas en estas áreas está comprometiendo la posibilidad de tener equipos más creativos e innovadores encontrando soluciones”. Según datos aportados por la entidad, en Chile, las mujeres que estudian carreras tecnológicas alcanzan un 10%, y en los trabajos, su participación sólo llega al 4%. “Por eso, la diversidad de género en estas áreas es uno de los elementos prioritarios que debemos revertir, y con esto, expandir la diversidad en todos los ámbitos”, concluye Maitetxu.
Fundación española porCausa se reunirá con organizaciones de la sociedad civil para compartir nuevas narrativas
Fondo Buenas Prácticas en Acogimiento Familiar lanza fondo de 180 millones
"Nos cuesta mucho como sociedad creer que un conocido daña a una niña o niño, no queremos saberlo"