El Programa de Capacitación de Herramientas Esenciales para el Diálogo fue implementado por Tiempos de Diálogo, una iniciativa de Colunga, que nace en 2019. Gracias a ella se han realizado charlas para entregar herramientas para el diálogo, así como talleres desde el Laboratorio de Innovación Social de la fundación con el fin de ser de ayuda para organizaciones de la sociedad civil y la reconstrucción del tejido social.
Este programa, desarrollado por Colunga y apoyado por el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, tuvo como objetivo contribuir al desarrollo de una cultura de transformación pacífica de conflictos, mediante el diálogo y el entendimiento entre actores de la sociedad chilena. Para eso, se capacitó a integrantes de las fundaciones Procultura, Caritas Chile, Junto al Barrio y Huella Local.
Para identificar los aprendizajes que arrojó esta experiencia, se elaboró un reporte que da cuenta de los hallazgos levantados de forma participativa con l@s agentes de diálogo, así como de las conclusiones que el equipo de la Consultora Tironi obtuvo luego del análisis de todo el proceso. La evaluación se centró hacia los propios agentes de diálogo y sus expectativas.
En cuanto a los aprendizajes y desarrollo de capacidades de los agentes de diálogo, el informe destaca la incorporación de nuevas miradas, la aplicabilidad de la resolución de conflictos en otros ámbitos, la pandemia como foco para los meses próximos, una mirada distinta del territorio y del mapa del conflicto, aprendizajes escalables en más aspectos que el profesional y capacidad de escucha y paciencia.
La Consultora Tironi, a partir de la experiencia de actores sociales, elaboró un decálogo con diez aprendizajes para resolver situaciones de conflictos, en el ámbito personal, laboral o social.
Te dejamos este manual para escuchar, dialogar y transformar.
Además, con el monitoreo de los casos a las cuatro fundaciones, se evidenció que en cuanto a la caracterización de los conflictos había una preponderancia de liderazgos comunitarios femeninos, ya que todas las organizaciones identifican que el perfil más recurrente del actor comunitario corresponde a mujeres de edad media o avanzada.
Otro factor que se repetía era la baja confianza entre las personas y hacia organizaciones e instituciones públicas locales. En todos los casos se describe un capital social bajo entre las comunidades, que merma toda posibilidad de estrechar vínculos y creer en un futuro común. Lo que puede potenciarse como una oportunidad para que las comunidades tengan un mayor interés por lo público, como parte de un problema colectivo y no individual.
¿Quieres revisar los detalles de este informe? Este es el documento completo: Informe Final Evaluación Agentes de Diálogo _ AC
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